Cuando nos planteamos la posibilidad de escribir nuestro propio libro, o incluso cuando acudimos a nuestra librería preferida con el objetivo de comprar alguna nueva obra, no hay duda que no solo podemos encontrarnos con novelas (ya sean reales, de ficción, policiacas, de romance…).
También es posible encontrarnos con otros géneros literarios interesantes, como por ejemplo es el caso de los ensayos.
¿Qué es un ensayo?
Es cierto que suele ser un género en realidad poco usual en cuanto a ventas, pero no por ello debemos menospreciarlo. De hecho puede convertirse en un género útil para muchos escritores, sobre todo para aquellos que desean escribir más bien una obra divulgativa, y no desean acercarse tanto a la novela.
El ensayo suele ser un texto escrito en prosa. Se diferencia del resto porque representa el punto de vista personal del escritor, puesto que manifiesta su opinión personal acerca de algún tema de carácter histórico o filosófico, por ejemplo.
Al tratarse de obras cortas, lo ensayos carecen de subtítulos y se organizan, sobre todo, en párrafos. Y, al igual que la mayoría de estructuras, se compone de una introducción, una parte de desarrollo y, por último, una conclusión.
Se puede clasificar en:
- Filosófico.
- Crítico.
- Histórico.
- Literario.
- Argumentativo.
- Científico.
- Expositivo.
- Bibliográfico.
¿Cuáles son las características de un ensayo?
Generalmente el ensayo tiende a cumplir con algunas características o elementos que lo harían fácilmente identificable, ya que tiende a ser un escrito que, de manera breve y divulgativa tiende a analizar, interpretar o evaluar un tema en concreto.
El título suele ayudar a identificar de qué trata el ensayo, y en algunas ocasiones puede incluso servir como pregunta central sobre lo que va el citado escrito.
Las características principales del ensayo son:
- Subjetivo: como hemos dicho antes, los ensayos suelen expresar la opinión personal del autor, es por ello que suelen ser subjetivos. A pesar de que el escritor se informe y se fundamente en investigaciones. En ocasiones contienen anécdotas o experiencias personales del autor.
- Corto: la extensión del ensayo suele ser breve.
- Temática libre: el autor es el que decide sobre qué tema va a ir su obra.
- Público: normalmente los ensayos no se centralizan en un público objetivo concreto, sino que tienden a abarcar un público amplio, lo cual los convierte en una genial herramienta de divulgación.
- Orden: el hecho de no tener subtítulos se explica porque los ensayos no siguen un orden determinado, sino que el autor puede divagar e ir hacia donde quiera.
- Lenguaje: el lenguaje que emplean suele ser más formas y tender a utilizar ciertos tecnicismos.
Eso sí, su contenido suele ser relevante, destacable, y en especial estar bien documentado. De hecho, lo habitual es que su autor tenga mucho conocimiento sobre el tema que escribe.
¿Alguna vez habéis escrito un ensayo? O ¿estáis pensando escribir alguno? Déjanos tu opiniones e impresiones al respecto en los comentarios.
Y no lo olvidéis, compartir es sonreír 😉
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